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A DAY IN THE LAB!

Actualizado: 2 jun 2023

“cuando un niño puede relacionar lo que aprende con sus propias experiencias, su interés se despierta, su memoria se activa, y lo aprendido se vuelve suyo”

Rudolf Steiner


Los estudiantes de transición vivieron la experiencia de tener una de sus clases de Exploración del Medio en el laboratorio, con el fin de seguir aprendiendo sobre el cuerpo humano, esta vez específicamente del sistema circulatorio.


Antes de entrar en detalles de esta gran aventura, cabe mencionar que la vivencia de estas actividades favorece el procesamiento profundo de la información, la estructuración lógica y adecuada de ésta, y finalmente, crean recuerdos más efectivos sobre lo aprendido” (UNAN Managua, 2011).


Siendo el corazón el órgano principal de este sistema circulatorio, los infantes desde sus casas trajeron un corazón de un animal (pollo, res) para conocer cómo es, sus características y funciones.

Los niños y niñas por naturaleza son muy curiosos y lo que observan o escuchan para ellos es literal, por tanto, en el ejercicio de analizar las arterias y venas del corazón realizaron preguntas como: ¿el corazón se puede estallar? ¿el corazón se rompe? Y acompañaban la pregunta con “He escuchado que mis padres dicen: me rompiste el corazón”. Otros se sorprendieron de ver una capa amarilla y más aún al saber que se trataba de grasa, por una mala alimentación; acción muy importante, para hablar sobre los cuidados que se deben tener para que el corazón, se mantenga sano, además, agregaban diciendo, y mostrando tener muy claro, la importancia de comer saludable y hacer ejercicio.



Por otro lado, los infantes pudieron comprender el proceso de circulación y la manera en que corazón bombea y recibe sangre a través de las arterias, venas y de está manera junto con los pulmones, llevan el oxígeno y los nutrientes a todo el cuerpo. Momento muy divertido porque justo allí usaban sus manos para tocarlo, insertar sus dedos en las cavidades.


Durante la práctica y observación, los niños y niñas experimentaron emociones de asombro, curiosidad, impresión, algunos, asco o tristeza al saber que era de un animalito que ya no estaba vivo, emociones normales y necesarias que se presenten a su edad para que en el futuro tengan una estabilidad emocional.


Finalmente, en la búsqueda de proponer espacios de aprendizaje que resulten significativos, cabe resaltar que es probablemente una experiencia que se suma a los recuerdos para la posteridad de los que en unos años serán profesionales y quizás dentro de ellos futuros médicos, biólogos, científicos, o doctores.


Escrito por, Alejandra Cifuentes

Lic. En pedagogía infantil.

Docente del grado TXA.

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