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Un giro inesperado a la tradición

¿Qué sucede cuando los estudiantes deciden que la mejor forma de celebrar su día es dando en lugar de recibir? La respuesta la encontramos en una iniciativa extraordinaria del grado décimo del GCF, quienes revolucionaron el concepto tradicional del Día del Estudiante con una propuesta que tocó corazones y transformó vidas.


La "Celebración Inversa" no es solo un nombre creativo; es una filosofía de vida que estos jóvenes líderes pusieron en práctica al organizar una jornada recreativa completa para los niños y adolescentes de la Fundación Goles de Vida, ubicada en el barrio Playa Rica.


Seis estaciones, infinitas sonrisas

El polideportivo se transformó en un verdadero parque de diversiones social. Los estudiantes diseñaron meticulosamente un circuito de seis estaciones que combinaba deporte, cultura, arte y mucha diversión:

"El Rey del Penalti" abrió la jornada con emocionantes competencias futbolísticas, mientras que la "Trivia Explosiva" puso a prueba los conocimientos de los participantes de la manera más divertida posible. La estación de Mini Básquet y el desafío de "Cultura y Resistencia" mantuvieron la energía en su punto máximo.


Pero quizás los momentos más emotivos se vivieron en las últimas dos estaciones: los emocionantes duelos de fútbol uno contra uno y la estación de "Arte y Creatividad", donde pequeñas manos crearon obras que quedaron secándose al sol como testimonio de una mañana inolvidable.


El poder transformador de la responsabilidad social

El profesor coordinador del proyecto destaca la evolución que observó en sus estudiantes: "No solo desarrollaron habilidades de liderazgo y organización, sino que comprendieron el verdadero significado de la responsabilidad social. Vieron de primera mano cómo sus acciones pueden impactar positivamente en la vida de otros".


La jornada incluyó una pausa especial para compartir perros calientes y jugo, un momento que se convirtió en una oportunidad para que los estudiantes del GCF y los niños de la Fundación intercambiaran historias, sueños y risas, creando vínculos que trascienden el evento.


El polideportivo del barrio Playa Rica, espacio utilizado por la Fundación Goles de Vida, conocida por su trabajo incansable en beneficio del deporte infantil y juvenil en este sector de la ciudad, se convirtió en el escenario perfecto para esta iniciativa. Su misión de formar ciudadanos a través del deporte y la educación se alineó perfectamente con los objetivos pedagógicos del proyecto escolar.


Un modelo a replicar

Esta iniciativa del grado décimo no solo cumplió con los objetivos del proyecto de responsabilidad e innovación social, sino que estableció un nuevo estándar para las celebraciones estudiantiles. La "Celebración Inversa" demostró que los jóvenes de hoy no solo están comprometidos con su formación académica, sino también con la construcción de una sociedad más justa y solidaria. En un mundo donde frecuentemente se cuestiona el compromiso social de las nuevas generaciones, estos estudiantes del GCF han demostrado que cuando se les brinda la oportunidad y las herramientas adecuadas, los jóvenes no solo pueden cambiar vidas ajenas, sino transformar la suya propia en el proceso.


La verdadera medida del éxito de esta actividad no está en las estadísticas, sino en las sonrisas fotografiadas, en los abrazos compartidos y en la comprensión profunda de que celebrar significa, ante todo, celebrar juntos.

"La celebración más hermosa es aquella donde todos son invitados a la felicidad."

Adrian Martinez Profesor de Química 10-11 GCF

 
 
 

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